Psicología familiar y de pareja
¿En qué podemos ayudarte?
La familia se inicia con la formación de una pareja y sigue creciendo a medida que van aumentando sus miembros. Tiene una estructura establecida por una jerarquía, unos límites, unos roles y una dinámica que hace que se mantenga estable en el tiempo. A medida que pasan los años, en la familia aparecen cambios y conflictos que afectan a su estructura como pueden ser el nacimiento de un hijo, una muerte, un divorcio, desavenencias entre otros. Estos cambios pueden derivar a discusiones o conflictos que distancian a los miembros de la familia.
La Psicoterapia Familiar tiene como objetivo ofrecer orientación y asesoramiento a las familias con el fin de favorecer su bienestar. Es un espacio destinado a que las familias puedan plantear sus dificultades y aprender herramientas para resolver conflictos, mejorar la comunicación y las relaciones entre todos sus miembros.
Cada vez hay mayor conciencia de que la vida en pareja debe ser satisfactoria y en este sentido, la Terapia de Pareja tiene como finalidad ayudar a las parejas a resolver los problemas de relación. Estos conflictos pueden tener varias causas: falta de comunicación, la adaptación a los cambios propios de la vida, la educación de los hijos, las familias de origen, la monotonía del día a día, cambios en la vida laboral… para afrontar satisfactoriamente éstas situaciones y garantizar la continuidad de la pareja es necesaria una buena capacidad de comunicación y resolución de conflictos.
Los problemas en la comunicación pueden derivarse a discusiones o conflictos constantes que van deteriorando la relación de pareja. En algunas ocasiones pueden aparecer síntomas de ansiedad, depresión, disfunciones sexuales, consumo de substancias y agresividad.
Un problema que afecta a las relaciones interpersonales y la relación de pareja es no poder vivir la sexualidad en total plenitud. Las Disfunciones Sexuales es una alteración de la respuesta sexual (deseo sexual, excitación sexual, orgasmo) o dolor asociado a la relación sexual. La prevalencia es de un 50% de la población general.
