Infantil y juvenil

¿En qué podemos ayudarte?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno que afecta al 7% de la población infantil y juvenil y se caracteriza por hiperactividad, impulsividad y falta de atención, aunque no se manifiestan todos los síntomas a los afectados ni en la misma intensidad. Este trastorno puede conducir a problemas de aprendizaje, abandono escolar, problemas de conducta y desequilibrio emocional.

El tratamiento consiste en trabajar los hábitos de estudio con el fin de mejorar su rendimiento académico. Paralelamente, se fomenta la autoestima y se practican estrategias de autocontrol y habilidades sociales con el objetivo de mejorar las relaciones interpersonales. La terapia incluye orientar a los padres para que puedan ayudar a los niños a generalizar las técnicas aprendidas en su consulta.

Los Trastornos de la Conducta son la dificultad de autocontrol del comportamiento y de las emociones, se caracterizan por impulsividad, agresividad y conflictos con las figuras de autoridad o sus iguales. En los adolescentes puede derivarse al consumo de tóxicos y/o alcohol.

El Trastorno Negativista Desafiante es uno de los más frecuentes. Su diagnóstico normalmente se realiza durante la primaria aunque en edades preescolares ya se pueden observar algunas manifestaciones. Se caracteriza por un patrón de conductas inapropiadas como la frecuente desobediencia, hostilidad, desafío y cólera frente a las figuras de autoridad. Como consecuencia de estas conductas, se ve afectada su vida social y académica.

La Gestión de las Emociones afecta al desarrollo global de los niños y adolescentes, ya que una buena gestión promueve su autoestima, su motivación, actitudes positivas y mejora sus relaciones sociales y su rendimiento académico. Es importante controlar la rabia, conocer el miedo, aceptar los errores, gestionar los conflictos, tener empatía, aumentar la tolerancia a la frustración y potenciar la autoestima, la asertividad y las habilidades sociales. Todo esto hará que pueda tener una elevada inteligencia emocional.

La claustrofobia es un tipo de fobia que se caracteriza por la aparición de ansiedad y evitación de sitios cerrados, por ejemplo un ascensor, pruebas de diagnóstico médico (TAC, RM), habitaciones pequeñas o sin ventana,…. El miedo no está en el espacio en sí mismo sino en las posibles consecuencias negativas que puede comportar como quedarse cerrado para siempre o la asfixia por creer que no hay suficiente aire.

La agorafobia es un tipo de fobia que se caracteriza por la aparición de ansiedad y evitación de situaciones en las que escapar resulta difícil o bien donde sería imposible encontrar ayuda en caso de que aparezca ansiedad. Ejemplos de estas situaciones son: las aglomeraciones, ocupar un sillón central en un cine, comida en un restaurante, un viaje en avión, una manifestación,… La evitación de estas situaciones refuerza la respuesta de ansiedad y hace que no se extinga.

La fobia social se caracteriza por reacciones muy intensas de ansiedad cuando la persona se encuentra en una situación social o actos públicos, lo que lleva a evitar estas situaciones. En estas situaciones la persona experimenta niveles muy altos de ansiedad y se siente observada por las demás personas mientras que piensa que los demás la están criticando o pensando en términos negativos. La fobia social puede conducir a que la persona se aísle para evitar situaciones sociales o incluso a tomar drogas para desinhibirse.

Los Trastornos de Ansiedad se caracterizan por un miedo intenso, preocupación o inquietud que pueden durar largos períodos de tiempo y afectar significativamente a sus vidas. La Depresión comporta tristeza, sentimiento de soledad, irritabilidad e indefensión. Como consecuencia se puede observar repetidas ausencias en clase o una incapacidad para terminar el período de escolaridad, deterioro en las relaciones con iguales y baja autoestima.

Unos de los Trastornos de Ansiedad más comunes son las Fobias y se caracterizan por intensos miedos no reales a ciertas situaciones u objetos, como por ejemplo: animales, tormentas, agua, oscuridad, lugares altos, lugares cerrados, en la escuela, en la separación de las figuras significativas, entre otras. Como consecuencia evitan aquellos objetos o situaciones temidas, limitando significativamente sus vidas.

Los niños y adolescentes que tienen problemas para relacionarse con sus iguales se caracterizan por una carencia de habilidades sociales y de autocontrol. Como consecuencia, se observa una baja autoestima y una baja calidad de vida.

Los trastornos de la eliminación del pipí y de la caca se llaman Enuresis y Encopresis respectivamente. Pueden tener una causa orgánica o psicológica y en ambos casos existe tratamiento. Si la causa es psicológica, normalmente está relacionada con ansiedad o con conflictos familiares. La finalidad de la terapia es enseñar a los niños estrategias para controlar los esfínteres, trabajar la gestión emocional y dar pautas a los padres para poder afrontar la situación de la mejor forma posible.

Encontramos dos tipos de Alteraciones o Trastornos del Sueño: – Las Disomnias caracterizadas por los trastornos de cantidad, calidad y horario: insomnio, hipersomnia, narcolepsia o trastornos del ciclo circadiano. – Las Paranomías caracterizadas por conductas anormales durante las fases del sueño: pesadillas o terrores nocturnos.

Un Trastorno Alimentario es un trastorno psicológico caracterizado por una variedad de preocupaciones en torno al peso y la comida. En este sentido se ve alterado el comportamiento de la persona respecto a su cuerpo y su alimentación. La relevancia de estos trastornos en la actualidad está ligada a dos factores, por un lado al aumento de su incidencia en los últimos años y por otro a su compleja etiología y patogenia y su gravedad.

Los más importantes, justamente por la gravedad que conllevan son:

  • Anorexia Nerviosa: se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por la realización de dietas extremas y la realización de ejercicio físico desmedido.
  • Bulimia Nerviosa: se caracteriza por episodios de comida compulsivamente seguidos de vómito autoinducido para compensar el malestar provocado por el hartazgo.

También existen otros no tan conocidos como:

  • Vigorexia: se caracteriza por la obsesión en torno al deseo de tener un cuerpo fuerte y musculado.
  • Comedor compulsivo: se caracteriza por episodios de atracones recurrentes sin vómitos.
  • Ortorexia: Preocupación excesiva por la salud caracterizada por comer lo más sano posible.
  • Megarexia: Personas que confunden el estar gordo con el concepto de “sa y fuerte”.
  • Permarexia: Preocupación constante por conocer y realizar diferentes dietas.

La obesidad es una enfermedad caracterizada por un excesivo aumento de tejido adiposo (IMC mayor de 30) debido a una ingesta alimentaria excesiva, a una disminución de la actividad física oa un problema médico. Aunque no es un trastorno de la conducta alimenticia, la obesidad comporta un malestar psicológico significativo como consecuencia de la insatisfacción de la imagen corporal.

Adicciones a tóxicos o nuevas tecnologías

La etapa de la adolescencia es el proceso mediante el que un niño/a pasa a ser un adulto. En este sentido, existe una serie de cambios físicos y psicológicos que el adolescente debe aprender a gestionar. No es una etapa fácil ya que el adolescente ya es demasiado mayor para algunas cosas y demasiado pequeño para otras, es decir, le cuesta encontrar su sitio y esto se refleja en su conducta, forma de vestir, de pensar, buscando referentes diferentes a los padres, refugiándose en los amigos,…

Al ser una etapa de cambios y de búsqueda de la identidad, el adolescente es más vulnerable de tener problemas de conducta, con drogas, con la alimentación, buscando amigos o referentes poco adecuados,… La intervención psicológica en la adolescencia es importante para afrontar la vida de adultos de forma satisfactoria.

Los más importantes, justamente por la gravedad que conllevan son:

  • Anorexia Nerviosa: se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por la realización de dietas extremas y la realización de ejercicio físico desmedido.
  • Bulimia Nerviosa: se caracteriza por episodios de comida compulsivamente seguidos de vómito autoinducido para compensar el malestar provocado por el hartazgo.

También existen otros no tan conocidos como:

  • Vigorexia: se caracteriza por la obsesión en torno al deseo de tener un cuerpo fuerte y musculado.
  • Comedor compulsivo: se caracteriza por episodios de atracones recurrentes sin vómitos.
  • Ortorexia: Preocupación excesiva por la salud caracterizada por comer lo más sano posible.
  • Megarexia: Personas que confunden el estar gordo con el concepto de “sa y fuerte”.
  • Permarexia: Preocupación constante por conocer y realizar diferentes dietas.

La obesidad es una enfermedad caracterizada por un excesivo aumento de tejido adiposo (IMC mayor de 30) debido a una ingesta alimentaria excesiva, a una disminución de la actividad física o a un problema médico. Aunque no es un trastorno de la conducta alimenticia, la obesidad comporta un malestar psicológico significativo como consecuencia de la insatisfacción de la imagen corporal.

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